En una entrevista reciente con Montevideo Portal, el ingeniero Gastón Milano, CTO de GeneXus by Globant, compartió su visión sobre los desafíos y oportunidades del desarrollo de inteligencia artificial (IA) en Uruguay. La conversación giró en torno al impacto de la IA en la ingeniería de software y a la herramienta desarrollada por Globant Enterprise AI: Code Fixer, un asistente que permite corregir errores de código de forma automatizada con ayuda de la inteligencia artificial.
Este innovador agente de IA, desarrollado por un equipo conformado por uruguayos, argentinos y chilenos, busca resolver uno de los principales dolores de cabeza de los desarrolladores: los bugs. Aunque la industria del software se enfoca en construir nuevos sistemas, según Milano, los desarrolladores dedican cerca del 80% de su tiempo a resolver errores. Esta realidad motivó la creación de una herramienta que simplifique y automatice esa tarea.
“El objetivo es que pasemos lo menos posible arreglando bugs”, explicó Milano. Code Fixer utiliza un sistema de múltiples agentes integrados en un flujo de trabajo estructurado, lo que permite detectar, analizar y corregir errores de forma más eficiente. Gracias a esta arquitectura, la herramienta no solo identifica errores, sino que también aprende a solucionarlos con mayor precisión a medida que se enfrenta a distintos tipos de problemas.
Evolución y resultados concretos
En sus primeras pruebas, Code Fixer lograba resolver el 15% de los errores de código. Sin embargo, el equipo logró incrementar esa cifra hasta cerca del 50%, y al aplicar iteraciones sucesivas, incluso hasta el 70%. Este avance posicionó al grupo de trabajo sudamericano como líder en los benchmarks internacionales utilizados para evaluar estas soluciones. “Ese resultado entusiasma, porque todo ese tiempo ganado es tiempo que puede dedicarse a crear”, destacó el CTO.
Milano enfatizó que este tipo de desarrollos no requieren grandes equipos: en el caso de Code Fixer, solo participaron seis personas, de las cuales el 80% eran uruguayos. Esto demuestra, según él, el nivel técnico que ha alcanzado la formación en inteligencia artificial en Uruguay.
Educación e infraestructura en IA: oportunidades y desafíos
Para el ingeniero, Uruguay posee una sólida base formativa en IA, sobre todo en los niveles más avanzados. Sin embargo, considera necesario integrar esta disciplina en etapas más tempranas de la formación universitaria. “La inteligencia artificial es un vehículo que acelera pila de cosas. No me parece bueno llegar recién al final de la carrera para conocerla”, expresó.
Milano propone una educación más generalista al inicio, que luego pueda especializarse según los intereses de los estudiantes. Argumenta que hoy en día, utilizar un modelo de machine learning no requiere un conocimiento profundo desde el inicio, y que herramientas como la IA deberían formar parte del currículo desde el primer año.
En cuanto a los desafíos, señaló que aún existen barreras relacionadas con la infraestructura para investigación y desarrollo dentro del país. No obstante, destacó que descubrimientos como el de DeepSeek —una IA desarrollada bajo restricciones de recursos— demuestran que la escasez puede estimular la innovación. “Gracias a estos avances, la infraestructura que se necesita en Uruguay es mucho menor”, afirmó.
Tendencias globales y aplicaciones prácticas
Milano también reflexionó sobre la evolución de los modelos de IA. Según él, el modelo detrás de ChatGPT, que marcó un hito, ha comenzado a mostrar signos de estancamiento. Sin embargo, este punto de inflexión abrió la puerta al desarrollo de modelos de “pensamiento profundo” y al uso de agentes inteligentes que no trabajan de forma aislada, sino asistidos por herramientas externas.
“El modelo ya no está solo. Pensar que la inteligencia artificial es solo el modelo es una visión limitada”, comentó. Hoy, un asistente de IA puede responder en tiempo real con acceso a herramientas externas, desde el clima hasta eventos deportivos. Esto amplía radicalmente las capacidades de los sistemas y su utilidad cotidiana.
En cuanto al uso empresarial de estas tecnologías, Milano reconoció que el avance es más lento, debido a factores complejos como la seguridad, la privacidad de los datos y los derechos de autor. Aun así, en la vida diaria, el uso de la IA por parte de los ciudadanos está creciendo exponencialmente. “En el primer grado de los usuarios, la inteligencia artificial explotó y solo va en aumento”, concluyó.
La experiencia de Code Fixer y la visión de Milano ponen de relieve el potencial de Uruguay para destacarse en el escenario global del desarrollo de inteligencia artificial. Con una buena base educativa, una comunidad técnica comprometida y una mentalidad innovadora frente a los desafíos, el país tiene la capacidad de seguir liderando proyectos tecnológicos de vanguardia desde el sur del mundo.